jueves, 5 de agosto de 2010

Consolas libre de cables y botones


Ya no habrá que memorizar la secuencia de teclas a presionar para conseguir el golpe definitivo en el clásico videojuego de lucha. Se impone la tendencia a jugar con pocos o ningún mando, a interactuar con una consola armada de sensores. Las compañías líderes en el mundo de los videojuegos se sumergen en una guerra para implantar sus artilugios en el mercado. A falta de una nueva generación de videoconsolas, Microsoft y Sony lanzan una nueva generación de periféricos. Objetivo: derrotar a la Wii de Nintendo.

En 2006, Nintendo decidió dejar a sus rivales la batalla por ver quién ideaba la consola más potente y se desmarcó con la Wii: jugar saltando, fingiendo que el mando es una raqueta o dando puñetazos al aire que en la pantalla se convierten en ganchos de boxeo. Se han vendido 71 millones de copias, en torno al doble de las cifras que manejan Microsoft con su Xbox 360 y Sony con la PlayStation 3, ambas consolas con teclas que pulsar, al viejo estilo.

Tras la revolución, llegan las reacciones. Sony presentó un nuevo mando para su consola : Move. Parece un micrófono de karaoke: un cono plástico con botones que termina en una bola luminiscente. No solo captura movimientos, sino que se coordina con una cámara que también detecta voz. Así, el aparente micro se convierte en espada o bate de béisbol según el juego. Como la Wii pero registrando la posición del jugador en la habitación (más cerca o más lejos de la pantalla) y trasladando los datos al mundo del juego.

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